Estoy en el País Vasco con mi hija. La orden de detención internacional y la solicitud de extradición contra mí fueron canceladas a principios de abril. Tras 15 años de huìda, pude abrazar a mi madre enferma y a mis hermanxs, familiares y amigxs. Esto ha sido posible gracias a nuestra lucha colectiva! He sobrevivido a detenciones, secuestros, torturas sexistas, violaciòn, juicios políticos, huidas, ilegalidad y prisión. He superado todo esto junto a vosotrxs, gracias a vuestro apoyo y solidaridad.

Era hora de poner fin a la persecución política y a las dificultades administrativas que teníamos que soportar. A través de todos los años de lucha conjunta, hemos creado las condiciones para una solución jurídica. El Tribunal Especial, la Audiencia Nacional, ha retirado todos los cargos contra mí, excepto la posesión de dos documentos de identidad falsos.

Por ello, ahora puedo moverme libremente. He pasado casi un tercio de mi vida huyendo en el exilio. La fuga es una ruptura, un billete de sòlo ida. Sabía que podría durar mucho tiempo o que podría no volver nunca. Pero siempre confié en el movimiento y en la solidaridad de la gente, y sabía que ese regreso dependería de la lucha que lleváramos a cabo. También encontré un lugar de lucha en el exilio y eso facilitò el día a dīa.

Ahora tenemos un éxito que celebrar. En mayo, volveré a Zúrich para compartir con vosotrxs las hermosas experiencias de solidaridad, amor y lucha. Seguiremos luchando por nuestros objetivos, hasta que todxs seamos libres